domingo, 17 de julio de 2016

¿Qué es Desarrollo Sostenible?




Entendemos por Desarrollo Sostenible aquel que "satisface las necesidades del presente sin comprometer las necesidades de las futuras generaciones”. 

Nuestra organización se suma a esta tarea global en busca de garantizar una operación cada vez más responsable en el ámbito social, económico y ambiental de nuestro desempeño.

Nuestro enfoque es lograr la sostenibilidad respecto al entorno ambiental, la salud y el bienestar integral de nuestra gente y las comunidades donde operamos. Del amplio espectro de temas que comprende la dimensión social y ambiental del Desarrollo Sostenible, y con el fin de darle mayor fuerza y solidez a nuestros esfuerzos.

El objetivo al escribir este artículo, es sensibilizar; brindar conocimientos y compartir una reflexión que vengo analizando desde hace un tiempo atrás, sobre la aplicación de principios y acciones de Responsabilidad Social (de las empresas transnacionales y nacionales, asentadas en la provincia de Huarmey) para buscar y lograr un Desarrollo Sostenible para nuestra provincia, para una larga convivencia armónica entre la empresa, la comunidad y su entorno ecológico.
La tendencia actual en el mundo de los negocios, se  concibe que la viabilidad económica de las empresas en este siglo XXI, no solo dependan de su gestión económica, sino también de su gestión responsable en aspectos como los ambientales y sociales, dando importancia a la satisfacción de sus necesidades presentes sin comprometer inequívocamente las ventajas y oportunidades potenciales del futuro.
En el Perú, el desarrollo sostenible ha sido una preocupación recién con este nuevo siglo.  Antes de esto, poco o nada hacía el Estado en pos de la conservación medioambiental y social del país. El contexto económico actual en el que vive nuestro país se debe en gran medida a la entrada de grandes capitales extranjeros (sobre todo en la gran minería) que definitivamente ha favorecido al PBI del país; pero, es aquí donde también nace el problema de adoptar políticas y medidas medioambientales que se ajusten a llevar un desarrollo sostenible adecuado de nuestros recursos.
Entonces, el crecimiento económico del país depende casi totalmente de las grandes inversiones mineras, petroleras, de energía,  pesqueras, de capitales extranjeros en su mayoría, y por lo tanto, buscarán proteger sus intereses. A la inversión extranjera poco o nada le interesa que el Perú desarrolle una industria nacional capaz de competir (por ejemplo darle valor agregado a la materia prima).
Lo que le interesa solamente es que se siga explotando y vendiendo materia prima bruta, depredándose indiscriminadamente nuestro medio ambiente, y a su vez originando un conflicto socio ambiental en las zonas de influencias de los grandes proyectos mineros, petroleros y otros.
Por último; generalmente el conflicto ambiental se vuelve, un conflicto político, porque el Estado decide gobernar a favor de  los intereses del inversionista.  Por ejemplo, si a una empresa minera le conviene secar varias lagunas con tal de acumular capital, nadie se lo va a impedir,  porque está amparada por la Ley del marco económico de inversión; de lo contrario, si alguien se lo impide, amenaza con llevarse su  inversión a otro país o región, y si se va, lo lamentaremos.
Y si la población reclama, entonces el Estado declara un estado de emergencia. Esa es una debilidad de un país tan entregado al mercado como Perú, país que avanza pero con los pies doblados, con problemas graves socio ambientales a lo largo de las regiones con inversión en proyectos extractivos, y con el riesgo de un crecimiento que es sostenible en el papel, pero no  en la práctica.
 Sobre el primero de estos consensos los participantes reconocen los avances de los últimos años, desde la creación del Ministerio del Ambiente (MINAM), la Autoridad Nacional del Agua (ANA) y el Servicio Nacional de Certificaciones para las Inversiones Sostenibles (SENACE).

Sin embargo también concuerdan en la debilidad de estos organismos frente a regulaciones ubicadas en otros sectores y la vulnerabilidad de las políticas, sea por su falta de conexión con otras partes del Estado como por la presencia de lógicas contrarias a las políticas económicas sostenibles en los ministerios de Economía y Finanzas y de Energía y Minas.

Sobre el agua, los representantes de los partidos asistentes al foro coincidieron en la necesidad de incrementar la autonomía de la ANA y resolver los problemas de reserva, riego y servicio desde una perspectiva de cuenca y ordenamiento del territorio.

En el foro se ha constatado un desigual interés de los grupos políticos por el Cambio Climático. Mientras algunos representantes ponen énfasis en su carácter transversal como desafío público, otros lo sitúan todavía como un problema estrictamente ambiental, de modo que se aprecia un escaso interés en los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS) aprobados por las NNUU en setiembre último.

Todos los asistentes han reconocido el desarrollo experimentado por los derechos ambientales en el Perú y, en esa medida, aunque en distinta intensidad, se han expresado en favor de la aplicación de la Ley de Consulta Previa así como de otros tipos de consulta y participación de los ciudadanos en los procesos de concesión de proyectos de inversión pública y privada desde una perspectiva de diálogo y respeto de las poblaciones y de la inversión.

Otros dos elementos que han concitado interés de los partidos es el desarrollo de las energías renovables aunque se constata vacíos en la legislación y retrasos en el Estado para ordenar y concesionar los proyectos. Del mismo modo, la necesidad de producir políticas más eficaces de economía limpia para que esta opción no sea marginal sino central del desarrollo económico pasa por que el Estado asuma una actitud más audaz y activa.




¿Qué es desarrollo sostenible?

La más conocida definición de Desarrollo Sostenible es la que ofrece la Comisión Mundial sobre Ambiente y Desarrollo (Comisión Bruntland),  que la define así: “es el desarrollo que asegura las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para enfrentarse a sus propias necesidades.

Por lo tanto, según lo preceptos de las Naciones Unidas, el  desarrollo sostenible se sustenta en tres elementos:
·         Crecimiento económico
·        
Conservación del medioambiente

·         Bienestar social.

Según este planteamiento el desarrollo sostenible debe conseguir, que: “La empresa sostenible, representa un marco de gestión que las  lleva  a buscar la mejora continua en  su forma de operar, integrando en su actividad diaria y su planificación estratégica, objetivos económicos, medioambientales y sociales .
Entonces podríamos entenderlo como un nuevo modelo de crecimiento y desarrollo empresarial, que permite articular equilibradamente las dimensiones ambientales, sociales y económicas, que es el desarrollo generador de valor en el largo plazo.
Crecimiento económico + conservación ambiental = viable—————-
Conservación ambiental + bienestar social = vivible o soportable ………….DESARROLLO
Bienestar social + crecimiento económico = equitativo    …………… …… SOSTENIBLE
Este modelo de desarrollo, que denominamos sostenible, ofrece valores intangibles como  reputación corporativa y un nuevo panorama para las empresas que desean tener éxito como organizaciones, generando  valor en el largo plazo en las comunidades en la que operan.
En este contexto que hemos presentado, buscamos que las empresas asentadas en nuestra provincia sean conscientes y se  comprometan a que sus operaciones, fomenten el crecimiento económico local y aumente su competitividad, integrando al mismo tiempo las preocupaciones sociales y medioambientales de su entorno, en el marco de un compromiso ético, para aportar así su “granito de arena” al objetivo de un desarrollo sostenible en este caso de la provincia huarmeyana.


Resultados sostenibles
Los resultados de esta encuesta nos hacen notar -con optimismo- que, en el caso del Perú, estamos por buen camino y que no en vano han pasado 30 años desde que comenzamos a hablar de sostenibilidad.
Las empresas, así como los hombres detrás de ellas, han aprendido en este largo camino y son conscientes de que, a estas alturas, las organizaciones ya no pueden ignorar cuál es el impacto que sus operaciones generan en la sociedad.
También han aprendido que resulta imposible no reconocer el valor que agrega a su gestión interna el mantener vínculos constantes y transparentes con sus diversos grupos de interés. Solo así podrán enfocar mejor los esfuerzos de desarrollo, mitigar los riesgos empresariales e identificar nuevas oportunidades de negocio que mejoren sus resultados económicos y financieros. ¡Se trata del equilibrio perfecto!
Del marketing a una estrategia empresarial
Nuestra Encuesta Global de Responsabilidad Corporativa (RC) arroja que, en promedio, el 73% de las empresas estudiadas tienen un reporte de RC. Por región, la tasa más alta está en Asia-Pacífico (79%), seguida por América (77%), Europa (74%) y en menor medida África y Medio Oriente (53%).
En el caso del Perú, 69 de las 100 principales empresas por ingresos cuentan con reporte de RC. Esto nos coloca en la posición 31 de los 45 países incluidos en el estudio, y un poco por debajo del promedio global. Considerando que no es obligatorio presentar el reporte en el Perú, el resultado denota un buen nivel de esta importante práctica de responsabilidad corporativa.
Si analizamos los sectores que más reportan su responsabilidad corporativa, en el Perú destacan minería (13), petróleo y gas (7), construcción y materiales (6), automotor (5), energía eléctrica (5) y alimentos (4).
En dicha línea, de las 69 empresas que en el Perú cuentan con un reporte de RC, 22 lo hacen a través de un reporte de sostenibilidad, 20 en la memoria anual, y 27 en ambos. De estos reportes, el 43% cuenta con un aseguramiento independiente por parte de un tercero. Este porcentaje es similar al nivel global.
Queda en evidencia que el desarrollo sustentable va dejando de ser una práctica de márketing y se está convirtiendo en estrategia y acciones concretas con beneficios tangibles para las empresas y las partes interesadas en todo su ecosistema.
Las experiencias recientes en sectores extractivos nos han enseñado que se requiere una estrategia sería de responsabilidad corporativa, proactividad en las acciones, transparencia en los reportes de RC, y sobre todo mucha difusión y dialogo. Con este estudio, esperamos contribuir a seguir construyendo buenas prácticas de responsabilidad corporativa y sustentabilidad en el Perú.
para el cumplimiento de los ODS el Perú ya conformó una comisión para resolverlos de una manera responsable, llevando el Estado a zonas donde históricamente no ha llegado con el propósito de cubrir con servicios de calidad a la población y fortalecer la política de Incluir para Crecer.
“América Latina está pasando por problemas de crecimiento económico, pero el Perú ha continuado creciendo porque hemos tenido equilibrio y responsabilidad al administrar las riquezas y hemos implementado políticas inclusivas que antes no teníamos. Por eso, es un mito que el crecimiento por sí solo es la solución de los problemas”.

El Jefe del Estado concluyó su participación en el Debate Temático de Alto Nivel sobre el Logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en las Naciones Unidas, sosteniendo que el Perú sigue avanzando en materia de reducción de la pobreza.

“Podemos mostrar cifras concretas de que sí se puede avanzar en el cumplimiento de las metas, pese a que son ambiciosas, pero unidos las podemos alcanzar”.

Resultados sostenibles
Los resultados de esta encuesta nos hacen notar -con optimismo- que, en el caso del Perú, estamos por buen camino y que no en vano han pasado 30 años desde que comenzamos a hablar de sostenibilidad.
Las empresas, así como los hombres detrás de ellas, han aprendido en este largo camino y son conscientes de que, a estas alturas, las organizaciones ya no pueden ignorar cuál es el impacto que sus operaciones generan en la sociedad.
También han aprendido que resulta imposible no reconocer el valor que agrega a su gestión interna el mantener vínculos constantes y transparentes con sus diversos grupos de interés. Solo así podrán enfocar mejor los esfuerzos de desarrollo, mitigar los riesgos empresariales e identificar nuevas oportunidades de negocio que mejoren sus resultados económicos y financieros. ¡Se trata del equilibrio perfecto!


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