¿Será el ALCA el marco de un crecimiento y desarrollo económico integral
y sostenido, para América Latina?
El presente trabajo tiene por objetivo destacar aquellos puntos críticos
de las negociaciones, a fin de destacar la necesidad de la articulación de un
espacio de cooperación a nivel sudamericano y también la importancia de la
participación de la sociedad civil en el debate objetivo sobre los diversos
temas materia de dichas negociaciones.
Negociaciones hacia la liberalización hemisférica.
El Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) responde a la iniciativa
de George Bush (padre), lanzada en 1990. Desde entonces, se han dado pasos
significativos en las negociaciones para la conformación de un bloque
económico, que pretende involucrar a 34 países desde Alaska hasta la Tierra del
Fuego.
Es decir, a todos los países del Hemisferio Occidental (excepto Cuba),
incorporando a procesos de integración subregionales importantes como son, el
Tratado de Libre Comercio (TLC), el Mercado Común del Sur.
(MERCOSUR), el Mercado Común Centroamericano (MCCA), la Comunidad Andina de
Naciones (CAN) y otros 1. El ALCA pretende absorber la red de preferencias
comerciales y de Acuerdos de Complementación Económica existentes en el
hemisferio, no obstante lo acordado en la Declaración de San José, de
mantenerse vigentes los acuerdos que sean más profundos y/o de más alcance que
el del ALCA, incluso después de la entrada en vigencia del Acuerdo Hemisférico
2.
Se estima que al concluir las negociaciones en el 2009, el ALCA será el área de
libre comercio más grande del mundo, ya que en ese año comprenderá a más de 800
millones de habitantes (13,4% de la población mundial), 500 de ellos en América
Latina, (la mitad de ella en situación de pobreza). Tendrá un PBI combinado de
más de 13 billones de dólares (38% del PBI mundial).
Un aumento de 1% en el crecimiento, produciría una enorme cantidad de
nuevos ingresos estimados en alrededor de 130.000 millones de dólares 3; de los
cuales el 71 %se hallaría concentrado en Estados Unidos, sumado al de Canadá
alcanzaría el 80% y más el de Brasil totalizaría el 87,7% 4.
En consecuencia, el ALCA también comprende a millones de personas que
viven en el nivel de la pobreza o por debajo de él, y que según cifras
anteriores va creciendo; por lo tanto, la brecha entre pobres y ricos se abrirá
también cada vez más.
Las Naciones Unidas sobre Desarrollo, el número
real de personas que vive en la pobreza en América Latina ha aumentado en tres
millones desde 1990, sin tomar en cuenta el efecto devastador de la crisis en
la economía Argentina. Por otro lado, Hernando de Soto ?Instituto Libertad y
Democracia? ha demostrado la incapacidad de gran parte de la población de bajos
ingresos de participar como actor significativo en las economías de sus países
5.
En relación con los acuerdos subregionales, el ALCA tiene como objetivos:
primero, elaborar normas que se apliquen por igual tanto a las economías
desarrolladas y competitivas como Estados Unidos y Canadá, así como a los
países subdesarrollados del continente americano; segundo, las normas y
mecanismos multilaterales existentes considerados adecuados podrán ser
incorporados al ALCA, sin necesidad de renegociarlos.
Es importante tomar en cuenta que América Latina llega a las negociaciones del
ALCA en condiciones de debilidad en dos elementos fundamentales; de un lado, la
aceptación de facto del modelo neoliberal y de otro, la crisis económica y
social que viene sufriendo el pueblo latinoamericano como efectos de la
implementación de dicha política neoliberal. El ALCA significa en realidad, un
marco más amplio para un mayor despliegue del modelo neoliberal.
Es más, el proceso de negociaciones del ALCA, viene acompañado de severas
crisis financieras en la región latinoamericana. Así, a la Cumbre de Miami le
siguió la abrupta caída del peso mexicano; algunos meses después de la Reunión
de Santiago, se produjo la crisis financiera brasileña de 1998 y 1999; a la
Cumbre de Québec la empañó la crisis Argentina.
Estas crisis resquebrajan el
sostenimiento de las reformas económicas neoliberales en el camino hacia la
integración regional. Así Argentina y Venezuela han levantado algunas barreras
comerciales y otros han demorado los programas de privatización. A ello hay que
agregar, la inestabilidad política de la región Andina, la insurrección armada
en Colombia, entre otros problemas.
Destacan tres temas diferentes, pero conexos al analizar la relación del
ALCA con los acuerdos subregionales: primero, la liberalización que conlleva a
los países de la región a tener una mayor competencia y a ajustar sus
economías; segundo, la liberalización del comercio como objetivo en los
acuerdos comerciales facilita el proceso del ALCA; tercero, los aspectos a
tomarse como base del acuerdo en todo el hemisferio son: agricultura; compras
del sector público; inversión, acceso a mercados; reglas de origen; subsidios,
medidas antidumping y derechos compensatorios; solución de controversias;
servicios; derechos de
Propiedad intelectual; política de competencia;
economías más pequeñas y comercio electrónico.
Estos puntos han sido materia de análisis en el Séptimo Foro Empresarial
de las Américas, celebrado en Ecuador, en octubre de 2002. Habiéndose
presentado consensos y disensos entre las Delegaciones representantes de cada
uno de los países miembros, lo cual refleja dos cosas: de un lado, las
dificultades para armonizar los diferentes intereses contrapuestos, y de otro
lado, la necesidad de estudios exhaustivos sobre aspectos concretos materia de
las discrepancias.
Sin embargo la clave para el avance de las negociaciones por el ALCA está
en el impulso del sector privado tanto norteamericano como sudamericano, de
allí la realización de alianzas en materia de comercio e inversión, entre
actores internos e internacionales, donde también juegan temas como, los
laborales, ambientalistas y narcotráfico, que han adquirido carácter de desafío
internacional.
Esto es, el debate se centra en la expansión del mercado, pero detrás de
éste se ubican agentes económico-sociales de presión.
En nuestro país, viene operando desde mayo de 1998, la Comisión ALCA/PERÚ, cuya
finalidad es formar opinión y desarrollar propuestas que reflejen la posición
de los sectores no oficiales sobre el proceso de negociaciones hacia el ALCA,
principalmente la del sector privado. Al respecto, en la Declaración de Buenos
Aires, se destaca la necesidad de incrementar el diálogo entre los órganos no
gubernamentales y la sociedad civil.
El Perú, en relación con el ALCA, tiene como objetivos la posibilidad de
ampliar su mercado, avanzar en la apertura comercial para el libre comercio de
sus bienes, generar una leal competencia y mecanismos para acceder a una mayor
información sobre el mercado regional.
El gobierno actual tiene el reto de afrontar los problemas de pobreza y
subempleo, así como reforzar medidas para evitar que se generen tensiones
sociales y se reduzcan aún más los niveles de ingresos 6. La participación de
la sociedad civil en el debate sobre las negociaciones del ALCA tiene el
carácter de urgente.
Entre los logros que podrían alcanzarse, a través de las negociaciones del
ALCA, estaría la liberalización de parte de Estados Unidos de sus medidas, las
que a menudo se han concretado en prácticas comerciales desleales como las
medidas antidumping. Cabe ponderar su enorme potencial competitivo, tanto en la
industria, servicios y en la agricultura.
Figura. Unas dama y el aguila, desde de los mas grandes.
Por ejemplo, para el comercio agrícola existen normas técnicas,
protecciones, subsidios y cuotas. De allí que el punto de partida deseable para
las negociaciones del ALCA, sería la eliminación de todas las protecciones no
arancelarias y subsidios del sector agrícola estadounidense.
Sin embargo, haciendo un análisis realista, no existen garantías de que
se vaya a promover el libre comercio entre todos los países del hemisferio,
sino que de acuerdo a lo ocurrido con posterioridad a la iniciativa Bush, por
un lado, se acelera la total apertura de los países latinoamericanos. Y por
otro lado, Estados Unidos va generando nuevos subsidios agrícolas (nueva ley
agrícola) e imponiendo restricciones (salvaguardias) a las importaciones de
acero; además de las demandas congresales de fortalecer las leyes antidumping
7.
Si bien es cierto que Estados Unidos hizo expreso reconocimiento del CAN
y el MERCOSUR, a través de su gobernante el Presidente Clinton, quien no
obstante su fracaso para obtener del Congreso norteamericano "la vía
rápida" (fast track) para las negociaciones del ALCA, demostró la
inclinación norteamericana por un acercamiento con América del Sur.
El planteamiento de la copresidencia (Estados Unidos y Brasil) en las
negociaciones del ALCA, habrían tenido como base de un lado, la minimización
del impacto de las salvaguardias para el acero estadounidense frente a las
exportaciones brasileñas, y de otro lado, el financiamiento de 30.000 millones
de dólares del FMI para ayudar a Brasil a manejar sus problemas de deudas.
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