Desde un punto de vista clásico, la
economía se preocupó por, o intuyó, la existencia de límites al crecimiento
económico. Sin embargo, la continua expansión económica, debido al incesante
progreso técnico hizo pensar que el crecimiento económico podía ser ilimitado.
Es recién desde fines de los '60 y principios de los '70 que en los países
desarrollados empieza a surgir una creciente conciencia de que existen límites
físicos al crecimiento económico.
Si bien algunos aún cuestionan la existencia de límites en cuanto a la
disponibilidad de recursos naturales, cada vez son menos los que cuestionan la
existencia de límites en lo que respecta a la capacidad del medio ambiente para
asimilar los residuos que generan las diversas actividades económicas.
Esto ha traído como consecuencia, el
llamado a detener el crecimiento económico como único medio para controlar el
deterioro ambiental. En los países industrializados, incluso, se han formado
partidos políticos ("los verdes") con el objetivo de proteger los
recursos naturales y reducir la contaminación ambiental.
A medida que las ideas de los
"ambientalistas" se han difundido, especialmente en los países ricos,
se ha pasado de la preocupación por sus problemas más inmediatos, como la
contaminación de aires y de aguas, al interés por los problemas de extinción de
especies (como las ballenas o el oso panda) y la destrucción de algunas zonas
naturales (como la Amazonía).
En contraste, la existencia de enormes
poblaciones en los países en vía de desarrollo, que se mantienen en niveles de
pobreza extrema y sin satisfacer sus necesidades básicas, parece tomar la
preocupación por el medio ambiente en menos acuciante que aquella de los países
altamente industrializados y ricos.
Esto se debe a que, desde tiempo
atrás, existe consenso en que el desarrollo económico requiere inevitablemente
del crecimiento económico lo que a su vez implica un uso más intensivo de los
recursos naturales y una mayor generación de emisiones contaminantes.
PROBLEMAS AMBIENTALES EN EL PERÚ
Según el Informe Nacional del Perú
para la Conferencia de la ONU sobre Medio Ambiente y Desarrollo, existe una
diversidad de problemas ambientales en el Perú. Algunos problemas ambientales
críticos son:
En el mar
Se tiene sobreexplotación pesquera de
algunas especies marinas, al mismo tiempo que el manejo de otros recursos
marinos, como aves guaneras, manglares y la zona costera, no es racional.
Asimismo, existe contaminación marina por relaves marinos, especialmente en Moquegua
y Tacna, por aguas residuales en Lima, Callao y Chimbote y por pesticidas a lo
largo de la costa y a través de los ríos.
En la costa
En la costa
Se observa salinización de tierras
agrícolas debido a las inadecuadas técnicas de riego que afectan en mayor o
menor grado al 50% de las tierras irrigadas. Las ciudades y asentamientos
mineros, especialmente Moquegua-Tambo y Chimbote, muestran una contaminación
ambiental acelerada. Además, los bosques secos de Tumbes y Piura se encuentran
en deterioro debido a la tala indiscriminada para cajonería y carbón de leña,
así como por el sobrepastoreo con cabras.
Las áreas protegidas también se
encuentran en deterioro. Este es el caso de la Reserva Nacional de Paracas, en
Ica; la Reserva de Biósfera del Noroeste (Parque Nacional Cerros de Amotape,
Coto de Caza el Angolo, y Bosque Nacional de Tumbes); Reserva Nacional de
Lachay en Lima; y Santuario Nacional Lagunas de Mejía en Arequipa.
Un problema que cada vez adquiere
mayor dimensión es la expansión urbana descontrolada que genera una presión
urbanizadora sobre las escasas tierras agrícolas y, al mismo tiempo da lugar a
serios problemas de salubridad en los denominados pueblos jóvenes. Por último,
los relaves mineros y desechos urbanos tienen una incidencia contaminante en las
aguas subterráneas.
En la sierra
En la sierra
Se tiene deterioro en mayor o menor
grado de un 75% de las tierras agrícolas debido a la erosión y la destrucción
de la cobertura vegetal de protección en las laderas. A esto último contribuye
la recolección de leña por la población rural de la sierra. También se produce
sobrepastoreo con ovinos lo que deteriora los pastos naturales altoandinos,
cuando existe la opción de la ganadería de camélidos mejor adaptados a las
condiciones locales.
Los relaves y humus de la minería
también afectan la sierra, especialmente en Yauli, Oroya, Cerro de Pasco
contaminando las aguas y aires. Por último, las áreas protegidas de la sierra
tampoco cuentan con una conservación ni desarrollo con fines turísticos
adecuados.
En la Selva Alta y Ceja de Selva
La tala y deforestación indiscriminada
de bosques vienen afectando a un 25% de la selva alta. Esto se debe
principalmente a las políticas de fomento a la agricultura y ganadería
extensiva, que repercute en el surgimiento de procesos de erosión acelerada y
generalizada, de consecuencia negativa para las tierras agrícolas, la
infraestructura vial y los centros urbanos.
Por otra parte, la ampliación del
cultivo ilegal de coca y el desarrollo del narcotráfico en el Huallaga, el
Pachitea, el Pichis, en Quillabamba, y en otras zonas, genera no sólo problemas
socioeconómicos, sino que también tiene consecuencias ambientales.
Los bosques de estas zonas sufren el
"saqueo" de algunas especies de alto valor, con el resultado de que
éstas están desapareciendo aceleradamente, mientras que la productividad de los
bosques se deteriora. Las áreas protegidas de esta zona también se encuentran
en proceso de deterioro.
En la Selva Baja
También se produce la tala
indiscriminada de bosques y la ampliación del cultivo de la coca y el
narcotráfico. Adicionalmente, se ha iniciado un acelerado proceso de
contaminación principalmente de las aguas en las zonas de extracción de
petróleo. Al igual que en los casos anteriores, las áreas protegidas se
encuentran en deterioro y no existe apoyo para su desarrollo y manejo con fines
turísticos.
Con relación al crecimiento poblacional, no se ha señalado que éste sea un problema principal en el Perú, cómo sí se menciona en otros países en desarrollo, particularmente en Asia y el norte de África. Por el contrario, López (1992) ha argumentado que debido a que las prácticas de conservación son intensivas en mano de obra, la escasez de este recurso ha sido la principal razón para no ejecutar estos trabajos en Oaxaca y Puno.
Con relación al crecimiento poblacional, no se ha señalado que éste sea un problema principal en el Perú, cómo sí se menciona en otros países en desarrollo, particularmente en Asia y el norte de África. Por el contrario, López (1992) ha argumentado que debido a que las prácticas de conservación son intensivas en mano de obra, la escasez de este recurso ha sido la principal razón para no ejecutar estos trabajos en Oaxaca y Puno.
Es evidente que la excesiva
concentración poblacional en Lima, tendencia que empieza a presentarse también
en otras ciudades, agudiza los problemas de salubridad y presión urbana sobre
tierras agrícolas. Además, en ausencia de desarrollo económico, el crecimiento
de la población también repercute en el aumento de la pobreza, lo que puede
tener consecuencias ambientales negativas.
Si bien estos problemas, salvo localidades específicas, aún no han alcanzado una magnitud tal que pongan en peligro la sostenibilidad a corto plazo de nuestro crecimiento económico, lo cierto es que pueden deteriorar seriamente las posibilidades de crecimiento futuro y la capacidad de atender la satisfacción de necesidades básicas de la mayoría de los peruanos, si las tendencias actuales se mantienen.
Cabe señalar que en los últimos 23 años, el crecimiento económico ha sido prácticamente nulo y que ello ha repercutido en el incremento de la pobreza y las tensiones sociales, lo que presumiblemente, tiene un impacto negativo sobre el medio ambiente.
Si bien estos problemas, salvo localidades específicas, aún no han alcanzado una magnitud tal que pongan en peligro la sostenibilidad a corto plazo de nuestro crecimiento económico, lo cierto es que pueden deteriorar seriamente las posibilidades de crecimiento futuro y la capacidad de atender la satisfacción de necesidades básicas de la mayoría de los peruanos, si las tendencias actuales se mantienen.
Cabe señalar que en los últimos 23 años, el crecimiento económico ha sido prácticamente nulo y que ello ha repercutido en el incremento de la pobreza y las tensiones sociales, lo que presumiblemente, tiene un impacto negativo sobre el medio ambiente.
Figura. Imagen de años historicos.
interesante
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